La abogada Juliana Alvarado Romero anunció su decisión de incursionar en la arena política con una propuesta centrada en la protección integral de la niñez, la defensa de la familia y una postura abiertamente contraria al comunismo y a lo que denomina “adoctrinamientos ideológicos”.

La abogada Juliana Alvarado Romero anunció su decisión de incursionar en la arena política con una propuesta centrada en la protección integral de la niñez, la defensa de la familia y una postura abiertamente contraria al comunismo y a lo que denomina “adoctrinamientos ideológicos”.

Alvarado Romero es abogada especializada en Derecho Penal, con maestría en Contratación Estatal. Se declara católica practicante y defensora de los principios y valores cristianos como base de su visión pública. Desde esa convicción, afirma que su proyecto político nace como respuesta a políticas que, a su juicio, “ponen en riesgo la inocencia de los niños y debilitan el núcleo familiar”.

En sus declaraciones, la candidata se define como opositora de la ideología de género y de cualquier iniciativa que, según su criterio, atente contra la infancia. “La familia es el núcleo esencial de la sociedad y la niñez debe ser protegida de manera integral, sin ambigüedades”, ha señalado, al explicar uno de los ejes centrales de su plataforma.

En el plano económico y social, Alvarado Romero defiende la libre empresa como motor del progreso, la generación de empleo y la autonomía ciudadana. Rechaza el comunismo y toda forma de intervención estatal que, asegura, limite las libertades individuales o promueva divisiones sociales. Para ella, el crecimiento económico y el fortalecimiento del tejido social pasan por el emprendimiento y el respeto a la iniciativa privada.

Su discurso político se apoya en una narrativa de confrontación ideológica clara. Se declara enemiga del comunismo, al que responsabiliza de promover modelos que “debilitan los valores que sostienen al país”. En contraste, afirma que su alianza es “con Dios y con la gente buena”, una expresión con la que busca conectar con sectores que reclaman una política inspirada en la fe, la verdad y el amor por Colombia.

Con esta candidatura, Juliana Alvarado Romero se presenta como una figura que pretende llevar al debate público una agenda conservadora, enfocada en la defensa de la niñez, la familia y una visión de país que, según sostiene, debe volver a entender la política como un servicio y no como un instrumento ideológico.